¡Dulce venganza!

Un día hermoso ¿no? Pájaros volando en el bosque, flores naciendo, sol brillando, clima perfecto.- ¿Cómo decirlo?…¡No fui yo! Ahogándome en mi propio mar de lagrimas, torturándome a mi mismo ¡Era terrible! Nunca me he descargado de esa manera.
Mira esa perfecta cabellera anciana, extremadamente blanca, esponjosa, ondulada; con algún que otro destello amarillento espectral. Pero si buscamos más allá de ese paisaje lleno de vida, a la vuelta. Está. La noche se acerca y se vuelve muy agresiva con el viento que sopla muy fuerte sobre mis mejillas. Chorrea el cielo .Tan bella y cruel. Me supera.
-Tengo hambre, mi estomago se come así mismo. Quemándose con el sabor de su propio rencor ¡Necesito más!, necesito satisfacer mi disputa-
-¡Correte! No veo-Me moví
-Allí pasa-Murmuré
La lluvia es tremenda. Estoy sediento de su agua. La perseguí hasta el bosque. Entró
-¡Te amo!-Me quedé aturdido por el impacto del rayo que salió y rompió con el árbol, callendo de lleno hacia el piso. Llovió intenso
El bosque tan lleno de vida se tornó totalmente seco, decierto de vida - Perder algo tan necesario, no lo pensé; en fin lo hecho, hecho está- Sonreí
Corrí. Me atrapó. Afirmar, negar ¿Qué hago?¿Me habrán visto? Cortaduras de fuego sobre mi piel ¡Doloroso! De sentirlo en cuestión de segundos, ahora es eterno.
-¿Cómo decirlo?..¿Yo no fui, fue él?- Me quebré en mi mar de lagrimas, parecía un desagüe llenos de desechos putrefactos ¡Era horrible! Mentira.
-¡Basta!-Gritando mientras caía en un pozo oscuro, sin fondo.
-¡Me atrapaste!- Termine rodeado de rosales con pinches similares a una cuchillas recién afiladas. Escapé y tres noches después volví
-¿Quién me acusó?- Grité aterrorizado a los cuatro vientos. Algo se acerco lentamente-¿Quién sos?- Respiró sobre mi espalda.-¿Quién sos?- Insistí.
Escalofrío. Giré. Me quedé embobado con esa mirada atrapante y deceosa. Muy silenciosamente mururó , dijo:
-Fui yo!-
Desperte…